Ya empezamos a sentir el calorcito acercándose y estamos a una unas cuantas semanas de la primavera y para todo esto no hay nada más rico y agradable que una rica y fresca comida de mar, y así, existen también cervezas frescas y muy aromáticas que pueden ser el acompañamiento perfecto para estos platillos, estas cervezas son: las tipo “Hazy” (Hazy Pale Ale o NEIPA) o una rica Pale Ale estilo Americano.
Estamos acostumbrados a tomar cervezas muy ligeras como las Pilsner con este tipo de comida pues la acompaña muy bien ya que su simplicidad funciona perfecto para limpiar el paladar entre cada bocado. La idea de maridar con este otro tipo de cerveza es generar un complemento rico, que enriquezca tu experiencia a la hora de comer un rico ceviche fresco, un cóctel o una botana, inclusive un aguachile (siempre y cuando no sea picoso).
Algo que caracteriza a los estilos americanos de cervezas es la presencia marcada del lúpulo, además de que las características de esos lúpulos les confieren sabores a cítricos, a frutas tropicales, resinosos (como a pino), etc. Los cerveceros tienen muchas formas de agregar y resaltar el sabor de los lúpulos en las cervezas y uno de los métodos más utilizados es uno llamado dry hopping que consiste en agregar lúpulo casi al final de la fermentación para que así se haga una infusión y que resulte en una cerveza muy aromática y con mucho sabor.
Esta vez hicimos el maridaje con un ceviche de pescado con coco y un aguachile rojo de camarón.
Ceviche de Pescado con
Coco y Hazy Pale Ale.
Tocó este maridaje con una Hazy Pale Ale de Cervecería Fortuna. En este ceviche hay una gran cantidad de sabores involucrados por la cantidad de ingredientes que tiene… y todo empieza con el primer bocado. Inmediatamente sentimos como predomina la leche de coco, el ingrediente principal, una textura tersa y ligeramente untuosa y de un sabor muy elegante a coco fresco que se complementa con la acidez del limón, en seguida cuando comienzas a masticar entran en jugo los demás ingredientes, el cilantro, el pepino y la cebolla aportando su característico sabor y las pepitas entregando una sensación crujiente, con sus sabores, que los hace resaltar el aceite de chiles y todo esto termina con el toque dulce del mango para completar la experiencia. Entonces le damos un trago a nuestra cerveza. El cuerpo es denso y aterciopelado y luego luego llegan los aromáticos que juegan un papel complementario delicioso; los sabores cítricos y tropicales mezclados con el sabor sutil del coco y el dulzor del mango recordándonos a un rico viaje a la playa. La cerveza es deliciosa, muy balanceada en cuanto a los sabores, aromas y textura, una grata sorpresa y una gran acompañamiento para este tipo de platos en este ceviche, aunque diferente por la leche de coco, va muy bien y estoy seguro que con ceviches más sencillos será un gran complemento también.
Con este maridaje damos un cambio un poco radical, dejamos atras la delicadeza del coco. Este aguachile es de chile guajillo con camarones, aguacate, cacahuates ya aceite de ajonjoli. La salsa que es a base de chile guajillo y limón recuerda a una salsa valentina pero fresca con una acidez cítrica por el limón y no una avinagrada. En conjunto con los cacahuates, el aceite de ajonjoli y el aguacate la sensación ácida disminuye pero pide algo que ayude a terminar con ella, algo que genere un contraste, en este caso se intentó con la Terrestre: Baja Pale Ale de Nucali. Una cerveza muy bien lograda, muy rica y maltosa con lúpulos sutiles pero presentes que personalmente no funcionó con el plato, ojo, no es por la cerveza si no por el estilo. Hubo un choque entre el dulzor de la malta y la acidez punzante de la salsa que no funcionó pero a pesar de eso el cacahuate y el ajonjolí apoyaron un poco a que hubiera cierto equilibrio y que la experiencia no fue una mala experiencia. No siempre puedes esperar que todo funcione con un maridaje, este fue el caso, que no fue terrible pero no fue del todo positivo, a pesar de esto recomendaría mucho probar, esto con una Session IPA o quizá una Pale Ale que contenga menos sabores a caramelo, cosa que seguro acompañaría muy bien este plato.
A pesar de que las
cervezas fueron excelentes y la comida también, no pensé que fuera a tener
problemas con el maridaje de las cervezas. Existía el
riesgo de que el picor de los platillos arruinaran por completo el maridaje,
pero eso se pudo controlar. Lo que no esperaba fue el choque entre esa acidez
critica contra el dulzor del caramelo. Para mí fue una experiencia interesante
y de aprendizaje en este bonito y complejo camino de la cerveza, porque
#yotomoartesanal.
Autor:
Poncho Huerta
Homebrewer Rookie, Chef Profesional,
Certified Beer Server
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